sábado, 11 de mayo de 2013

Viña del Mar, Concón y Reñaca


A escasos kilómetros de la ciudad de Valparaiso, se encuentra la ciudad balneario más importante de Chile: Viña del mar. Con su casino y sus castillos que una vez pertenecieron a algún aristocrático chileno de origen alemán, a mí, me recuerda a Torremolinos o Marbella en la década de los 90.

Castillo en Viña del Mar

Lo malo de este litoral a escasos 120km de Santiago es la masiva urbanización que está viviendo, por todos lados crecen torres gigantescas o edificios en escaleras que se amoldan a las crestas escarpadas al borde de las playas.

Reñaca dentro de este litoral es lo más chic y se reúnen en él todos los veranos australes mujeres lindas y chicos de gimnasio para lucir sus tipines al sol al borde del Pacifico. Lejos de Ibiza, St Tropez, Capri o Santorini, es una playa más salvaje, llena de chiringuitos y con unas olas que permiten practicar el surf a sus adeptos más fanáticos. La verdad es que no sé como llamaron al Pacífico de este modo (como dice Carlos” aquel día el Pacífico sólo tenía de pacífico su nombre”).

Otra vista de Concón al atardecer

Más al norte se encuentra Concón lugar de veraneo más tranquilo al borde de una duna magnífica, donde se observan uno de los mejores atardeceres en el mar. Este pequeño pueblito con encanto marinero está formado por pequeñas urbanizaciones de casas bajas, restaurantes de comida exquisita (recomiendo Aquí Jaime) y algún que otro hotelito caro son encanto, al borde de los riscos que delimitan su playa.

Concón y sus nuevas moles

Lo más impresionante es la duna, con similitudes con la de Maspalomas, solo que más elevada y en un lugar donde no se la espera por su latitud (no hay desierto en sus alrededores). Al atardecer, las parejas acarameladas se  sientan a observar la puesta de sol con la música de algún jeep de fondo.


La duna de Concón con las huellas de gente y algun jeep

Bienvenidos al desierto

Yo por mi parte me ponía un poco de rock de los 80 en los auriculares y soñaba en conducir por el desierto de Atacama,  a orillas del Pacífico, una moto viendo como se pone el sol. 


Soñando en viajar por el desierto escuchando Yes- Owner of a lonely Heart

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