martes, 7 de mayo de 2013

Bolivia

Antes de desembarcar en Chile hablé con Miguel para hacer una primera incursión fuera de territorio chileno. Decidimos ir a Bolivia, un país en mitad de los andes con altiplano, sierras y con la zona de Selva en Santa Cruz. 
El viaje lo planificamos más bien poco y al llegar a La Paz inicio y final de nuestro viaje no teníamos casi ni idea de lo que hacer.
Al final lo que vimos fue Uyuni, Coroico y las Yungas, Copacabana (donde al final no conseguimos ir por la huelga) y Tiguanaco.
Como he dicho el viaje partía desorganizado pero no recuerdo otro viaje más ajetreado en mi vida, el viaje a Uyuni fue de noche y duró 12h de noche por unas carreteras mitad de asfalto mitad de tierra sin calefacción con gente durmiendo en los pasillos, desde luego si viajar es un placer esto no era precisamente viajar...
Amanecimos en Uyuni en mitad del desierto en un pueblo con pocas casas y dedicado solamente al turismo y a la explotación de sal del salar homónimo.
Salar de Uyuni.: entre el cielo y la Tierra
 El cansancio era inmenso pero no podíamos dejar que eso nos influyese en el animo y en la maravilla que poco después íbamos a contemplar. El salar, el más grande del mundo se recorre en todo terreno y además de un hotel de sal, un mercadillo para turistas se pueden observar uno de los paisajes más increíbles de la Tierra. Entre sueño y realidad en un día despejado el blanco de la sal y el azul claro del cielo llegan a confundirse y en mitad del salar pareces estar flotando en el espacio. 
Miguel y yo fuimos a la Isla del pescado, un risco en mitad del salar desde donde se contempla un volcán y donde crecen de la nada bosques de cactus centenarios.
Cactus centenarios en la isla del Pescado auu!!

A la vuelta tuvimos la oportunidad de ir subidos encima del jeep sintiendo el viento helador y salado en nuestras caras.
La vuelta la hicimos ese mismo día otra vez en el autobús del infierno.
Tras estos dos días de Paliza decidimos darnos un respiro en Coroico una ciudad turisitica a 2h de la Paz en mitad del bosque. El descanso mereció la pena a 1800m de altitud y en un ambiente mucho más tranquilo pudimos observar la naturaleza y disfrutar del entorno en un hotel con piscina en una ciudad con muchos inmigrantes europeos que habían montado restaurantes agradables. pudimos comer bien y recargar fuerzas para la vuelta

Vista de la sierra desde el hostal de Coroico
Cascada en los alrededores de Coroico
De nuevo en la Paz optamos por ver el 3er punto que nos faltaba del abc de Bolivia El lago Titicaca, para ello intentamos ir a Copacabana sin embargo no alcanzamos más que llegar a la orilla del Lago ya que la carretera estaba cortada.

Lago Titicaca:  Maravilla del mundo
El Lago Titicaca con las pateras que transportaban a sus gentes
Ante eso nos tuvimos que volver y pasar la Noche en la Paz alterando nuestros planes, improvisando y cogiendo alojamiento deprisa y corriendo. (en un hostal horrible donde habían montado una fiesta ilegal hasta las 5 de la mañana con la típica música sudamericana de reggaeton) Todavía recuerdo a Miguel a las 5 de la mañana diciendo que iba a llamar a la policía desde la habitación que parecía una celda de un monasterio.
Al día siguiente visitamos las ruinas de Tiguanaco, una civilización anterior a los incas que vivió en la región.
Por la tarde como teníamos tiempo fuimos al valle de la Luna y agotados nos volvimos pronto para descansar en el hotel (que esa noche mejoro bastante).

Miguel en la Puerta del Sol de Tiguanaco (como cuando quedábamos en Madrid)

El Valle de la Luna Boliviano

Así acabo nuestra aventura en Bolivia después de una semana de paliza pero contentos nos fuimos cada uno a nuestro país de acogida de Sudamérica a la espera de una nueva aventura.











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