Con un mes por delante de espera para el permiso de trabajo me estoy dedicando
a varias cosas que remedio.. Además de encontrar un piso muy bonito en
Bellavista, y pasearme por todo providencia por las mañanas, sobre todo para
hacer tiempo antes de ver los pisos, he podido subirme a los cerros que hay por
Santiago..Ya he visto además los Barrios de Italia Nuñoa, Las Condes y
Vitacura.
Circuito en bici por los cerros de Santiago |
He paseado además por el mercado de la Vega, por Recoleta
(Alrededor de la calle Patronato), por cierto nada que ver con la Recoleta de
Buenos Aires por supuesto…
Vista de Santiago |
Sports Mall más allá de las Condes |
En mi día a día, sigo como amo de casa cambiando dinero
cuando el euro está alto, haciendo la compra y probando nuevas recetas para
cocinar..
He aprovechado a pasar tardes y días con algunos “Erasmus”
que están en Santiago. Su vida me recuerda a la que yo tenía en Paris, viviendo
juntos en casas jugando a juegos de beber, con un recién aprendido español o
chileno (usando mal el verbo ser y estar). Aquí los estudiantes son de Brasil,
de Francia, de Alemania, de Suiza o de Italia, no muchos estudiantes españoles
vienen por estos lugares del hemisferio sur.
Muchos tienen su bici
del todo a 100 y organizan viajes por Chile y por los países colindantes: este
miércoles nos vamos a Buenos Aires me dice Alina, o a ver si podemos ir a
Mendoza me dice otra estudiante, más
preocupada por viajar que por sus estudios por supuesto. Todos hacen planes
para ir a Pucón, Villarica, Atacama, Bolivia o Machu Pichu. Casi todos esperan
con ansias un puente largo o el fin de exámenes para irse a conocer Sudamérica.
A mí se me hace extraño primero por ver que están
aprendiendo chileno en lugar de castellano, y luego porque volver a vivir las
cosas de los Erasmus a los 28 me confunde.
Vuelvo a ir a discotecas plagadas de extranjeros donde se
entra gratis por no ser chileno, vuelvo a ver a los tíos como en Paris bailando
como si estuviesen delante del espejo, las chicas desmelenadas de 23-24 años
locas por emborracharse y montando el show en las discotecas. Todo esto me
parece un poco un déjà vu pero curiosamente no me entra nada de nostalgia sino
un poco de pereza de volver a vivir esos momentos desde fuera.
Discoteca en Bellavista |
Erasmus por Santiago |
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